Ayer llevamos a nuestra hija a Montpellier. Es el tercer intercambio que hace con Lucie, su correspondiente francesa, estaba nerviosa y con ganas de ver otra vez a su amiga. Nada más llegar se pusieron a jugar y nos olvidaron, esto me dejó, como madre, tranquilísima , va encantada y encima aprende francés. Son experiencias que no olvidaran facilmente.